martes, 6 de noviembre de 2007

LA PRISIONERA DE MARFIL

LA PRISIONERA DE MARFIL


Foly Galán

... A la memoria de mi querida prima-hermana Mabel Montes Galán...
... Y para todas las difuntas Elizabeth Davids...

Capítulo 1º
LA PREGUNTA
... Cuando Damián comenzó hace dos años a trabajar con Internet, tanto sus compañeros del trabajo como sus amistades y algunos de sus familiares, le advirtieron sobre la infinita cantidad de fraudes, timos o engaños a los que se vería expuesto como usuario al navegar por la red. Desde entonces, su desconfianza se ha disparado; aunque proliferando realmente sin motivos, puesto que hasta la fecha él aún no ha sido víctima de ninguna estafa, ni ha sufrido o padecido ardid malicioso alguno que le afectara en lo más mínimo. Pero toda la paradójica y ambigua información con la que le bombardean en su entorno, al igual que a una gran parte de la población internauta, le ha desencadenado una preocupante y obsesiva paranoia; algo así como una manía persecutoria: ahora cree que todo el mundo intenta aprovecharse de su ingenuidad o profanar el disco duro de su PC.
... La semana pasada, Damián recibió un correo electrónico desconcertante, en el que una supuesta joven africana, le suplicaba que la ayudara a huir de su país, donde su vida corría un inminente peligro. Esta chica, expresándose en un castellano muy pobre, le informaba de que tenía diecinueve años de edad y recientemente había quedado huérfana de padre y madre. Su nombre era Elizabeth Davids, hija de Joseph Davids, un importante comerciante de cacao del oeste de África, que había sido brutalmente asesinado por sus propios hermanos, para poder apropiarse de la inmensa fortuna y de todas las propiedades que él poseía. Al parecer, a ella le esperaba también la misma suerte que a su progenitor: sus tíos eran los albaceas de la generosa herencia que a ella le correspondía y de la que no podría disponer hasta cumplir los veinticinco años de edad; pero si ella fallecía, todos esos bienes pasarían inmediatamente a ser propiedad de los hermanos y verdugos de su padre.
... La atormentada joven le informaba también que se encontraba alojada de incógnito en un hotel de las afueras de la ciudad de Abidján, en Costa de Marfil, y deseaba que Damián supiera que se trataba de un asunto auténtico y totalmente legal; únicamente le suplicaba que le diera el tiempo justo para poder demostrarlo. Ella le insistía en que necesitaba muchísimo su ayuda urgentemente y aseguraba que, por algún motivo, tenía la convicción íntima de que él podría auxiliarla.
... Por supuesto, en compensación, Elizabeth le garantizaba a Damián que recibiría un cierto porcentaje de la suma total que ella esperaba heredar; pero para ello era necesario que él inicialmente le remitiese un número de cuenta bancaria, a la que poder realizar cuanto antes la transferencia de una sustanciosa suma de dinero que su padre había dispuesto secretamente para ella, de la cual había tenido noticia recientemente gracias al director del banco Atlántico de Abidján, antiguo amigo del difunto padre de la chica, que le recomendó buscar a alguien que viviera fuera del continente africano, para que se comprometiera a refugiarla y ser su tutor, administrando dicha pequeña fortuna hasta que la joven culminara sus estudios, cumpliera los veinticinco años y pudiera disponer de la totalidad de su herencia, de la cual ella también prometía compartir una parte con Damián cuando llegara dicho momento

Capítulo 2º
LA RESPUESTA

... Damián, como era de esperar, instantáneamente sospechó que aquello era algún tipo de timo o de fraude. Supuso que tal vez se trataría de una simple estratagema para obtener números de cuentas corrientes en las que luego domiciliar el pago de facturas, o algo por el estilo. No obstante, Damián compartió con algunos de sus compañeros del trabajo el correo electrónico que le había enviado la supuesta Elizabeth Davids desde Abidján, en Costa de Marfil, pero las opiniones fueron totalmente unánimes: aquello no podía ser más que una sucia mentira.
... El resto de los destinatarios elegidos al azar por la desesperada muchacha, también reaccionarían exactamente igual que Damián. La joven, desde un cibercafé próximo a su hotel, enviaría más de una veintena de mensajes de auxilio repartidos por distintas partes del mundo, pero no llegaría a obtener respuesta satisfactoria a ninguno de ellos. Ya sea por desconfianza o por falta de solidaridad, el caso es que nadie se creyó la escalofriante historia de la joven africana. Vivimos en un mundo tan sobrecargado de falacias y corrupción, que ya nos resulta prácticamente imposible distinguir apenas un ápice de humanidad, entre el extenso corolario de conductas angostas que completan la sociedad en la que interaccionamos.
... Irónicamente, gracias a dicha trayectoria funesta que sufre nuestro mundo, hoy es un día inmensamente feliz para los despreciables tíos de la desdichada Elizabeth, los cuales finalmente han logrado apoderarse definitiva y legalmente de la gran fortuna que le correspondería a la desgraciada muchacha. Inevitablemente, ayer noche mismo, ella fue localizada por los mercenarios contratados por los hermanos de su padre. Lamentablemente, Elizabeth Davids ya no podrá enviar más desconcertantes mensajes de socorro a desconocidos a través de Internet, desencadenando tan molestas sospechas a sus destinatarios, que ineludiblemente, ahora deberían ser justamente condenados: por ser los indiferentes o desinteresados cómplices de su cruel y despiadado asesinato.

Fin

jueves, 1 de noviembre de 2007

SENDEROS INESCRUTABLES

SENDEROS INESCRUTABLES


Foly Galán

... A la memoria de mi tío-bisabuelo Guzmán Compañ Zamorano y para toda mi recién descubierta familia de Argentina...
... Y, también, para Sor Carmen, por seguir fielmente mi obra con tanto interés...

Capítulo único
INCENTIVOS INESPERADOS

... En numerosas ocasiones, durante el transcurso de alguna de esas típicas o clásicas e improvisadas conversaciones triviales, hay personas que me comentan, irónicamente con orgullo, que ellos también escriben; aunque, luego, al preguntarles e interesarme por conocer sus trabajos, me confiesan abiertamente que no desean compartirlos con nadie; argumentando una serie de motivos o razones, desde mi punto de vista personal bastante absurdos, para justificar el por qué de su postura; la cual pienso que se podría catalogar perfectamente como de egoísta, a pesar de que pueda ser instigada por un lógico, natural y comprensible exceso de celo, inseguridad, vergüenza o timidez.
... A todas esas personas, les recomendaría que superaran, definitivamente y lo antes posible, sus miedos infantiles o su falta de madurez; puesto que la creatividad del anacoreta es tan yerma como el amor reprimido; y aunque se diga que el retiro acerca nuestro espíritu a Dios, lo cierto es que acaba por alejar nuestra alma del mundo real y, por supuesto, de los demás, contradiciendo claramente la prioritaria voluntad divina: compartir y amar al prójimo.
... Como consecuencia de mi casi obsesivo afán por divulgar mis escritos, he recibido muy recientemente dos grandísimas alegrías, haciendo simultáneamente muy feliz también a otras personas. Sin ir más lejos, el mes pasado, un descendiente de las familias de canarios que emigraron y fundaron en el año 1693 la ciudad de Matanzas en la isla de Cuba, y que actualmente está afincado en Miami, en el estado de Florida, en los Estados Unidos de América, se puso en contacto conmigo, a través de mi dirección de correo electrónico, para agradecerme la información que había obtenido, sobre sus antepasados, gracias a mi novela histórica "El diario del cocinero", ambientada en las islas Canarias durante el siglo XIX.
... Dicha obra, es mi tercer trabajo dentro del género "novela" y la había auto-publicado tan sólo unas semanas antes en mi página Web de Internet, para que toda persona que lo desease pudiera leerla de forma totalmente gratuita en cualquier parte del mundo. A pesar de estar aún en proceso de corrección, (les confieso que todavía lo está en éstos momentos), superé todos mis posibles escrúpulos, principalmente generados por mis obvias deficiencias gramaticales, y la he compartido con los demás; y gracias a eso, ahora, Mario, de Miami, tiene la certeza de que su tatarabuelo Felipe García, nació en el pueblo de El Realejo, en la isla de Tenerife.
... Y ésta misma semana, gracias también a mi habitual costumbre de compartir con los demás todos mis modestos trabajos literarios, he recibido otro correo electrónico que me a dado otra incomparable e inmensa satisfacción: he podido saber de la existencia de algunos familiares míos que viven en Buenos Aires, en Argentina, y a los cuales, hasta ahora, desconocíamos aquí por completo; son descendientes de mi tristemente infravalorado tío-bisabuelo: el magnífico escultor canario Guzmán Compañ Zamorano, el cual tuvo que emigrar de su tierra natal tinerfeña ante la injusta discriminación que sufría, presuntamente, por causa de su supuesta pertenencia a la logia masónica.
... Guzmán Compañ Zamorano, con sus inigualables manos, esculpió multitud de esculturas y bustos de personajes célebres e ilustres de Canarias, que aún actualmente embellecen las plazas, museos y fachadas de algunos edificios de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife; pero, inconcebiblemente, a la inmensa mayoría de éstas magníficas obras de arte, se les ha negado injustamente el merecido honor de lucir la firma de su auténtico y genial autor; tristemente, se las mantiene en el más absoluto anonimato o se realizan réplicas de ellas, para darle una oportuna relevancia a otros escultores.
... Pero, en fin. Independientemente de mi lógica indignación, por el evidente trato denigrante que ha recibido éste gran escultor, por parte de las autoridades de la isla de Tenerife, y por la abyecta manipulación de que ha sido víctima su maravillosa e inestimable obra, les hablaré algo más concretamente sobre el segundo hecho, tremendamente agradable, que he vivido ésta misma semana: como consecuencia de compartir siempre todo lo que escribo, mi relato corto "El duende Cabrón", auto-publicado también en mi página Web de Internet desde el año 2004, y que estaba dedicado a la memoria de mi tío-bisabuelo, sirvió para que una de sus nietas, María Cristina, de sesenta años de edad, que nació y reside en Argentina, en la ciudad de Buenos Aires, conociera al fin la existencia de su familia de las islas Canarias: algo indescriptible para cualquiera que no lo haya vivido.
... Y lo indudablemente cierto, es que nada de esto habría ocurrido jamás, si yo, fuera por el motivo que fuese, optara por reservarme tan sólo para mí todo aquello que escribo: compartir lo que escribes conlleva incentivos inesperados... ¡hazlo!

Fin

DESTINOS ALEATORIOS

DESTINOS ALEATORIOS


Foly Galán

... Para Cachita Galán Compañ, la auténtica y genuina madre de mi extraña e inaudita creatividad y de toda ésta sobrada imaginación mía...

Capitulo 1º
EL AZAR ES EMPÍRICO

... El azar, hasta ahora catalogado comúnmente como algo tan sólo aleatorio, también puede llegar a ser controlado de forma empírica, o al menos eso es lo que afirma categóricamente un matemático estadounidense, que conjuntamente con un selecto elenco de científicos, ingenieros e informáticos, procedentes de todas las partes del mundo, secretamente, a comienzos de éste año 2007, ha creado una asociación, ostentosamente vanguardista, dedicada a la investigación sociológica, con unos fines aparentemente muy nobles, aunque sospechosamente desconcertantes.
... John Rewerth, suele veranear en el norte de la isla de Tenerife y casualmente nos conocimos una noche de verano. Aunque, según él, nuestro encuentro no tuvo nada de casual. Me contó que él es natural de Memphis, ciudad localizada en lo alto de una montaña con vistas al río Mississippi, en la frontera oeste de Tennessee. Como su antiguo homónimo egipcio, ésta urbe se encuentra sobre el ápice del gran delta de un río, que forma una salida entre dos regiones radicalmente diferentes de los Estados Unidos de América: hacia el sur, se encuentran las granjas empobrecidas del delta, los pantanos de Louisiana, la gran ciudad y el puerto con sabor europeo de Nueva Orleáns; y al norte y al oeste, están las ricas granjas de las planicies del oeste medio y las ciudades industriales del norte, como Chicago y Detroit.
... Posiblemente, ésta estratégica localización, ha ayudado a formar la herencia cultural tan única que posee la ciudad de Memphis. La atmósfera gentil de la aristocracia sureña se ha mezclado con el alma espiritual de su comunidad afro-americana. En éste lugar es donde nació también el Blues y el Rock and Roll; además de ser el hogar de su indiscutible rey: Elvis Presley.
... Después de varias horas de entrañable y amena conversación, a lo largo de las cuales ambos consumimos una cantidad considerable de cerveza y whisky de malta, John Rewerth, me llegó a confesar el inusitado proyecto en el que trabaja en unas instalaciones clandestinas a muy pocos kilómetros del conocido centro de la NASA, en Houston, en el estado de Texas. Allí, con su eminente equipo de amigos científicos, investigan para poder conocer y enseñar a controlar el destino de los individuos y de su entorno, mediante una serie de complicadísimas ecuaciones matemáticas y con la ayuda de avanzadísimos programas informáticos; siendo avalados por varias celebridades que, por supuesto, exigiendo el más absoluto anonimato, actúan como socios financieros o les facilitan la resolución de cualquier molesto entresijo burocrático.
... Según John Rewerth, cuando en la primavera del año 2001 cayó en sus manos el libro "Controlar el destino", del escritor James Allen, fue cuando le surgió repentinamente la idea de llevar a cabo su investigación sobre los secretos de la aleatoriedad del futuro. En su libro, James Allen hablaba de que, en ésta vida, no hay casualidades, sino causalidades. El hombre forma parte de la cadena de la causalidad, ya que su vida está condicionada por causas y efectos, en un constante sembrar y cosechar. El libre albedrío nos lleva a las causas que, a su vez, alteran o deciden los efectos. Lógicamente, lo resultante es el destino. El hombre siempre escoge las causas que pone en marcha, pero inevitablemente nunca podrá cambiar la naturaleza de sus efectos; aunque, ciertamente, trabajando sobre las causas, llegaríamos a dominar los efectos y, así, controlaríamos nuestros destinos, según los antojos o la propia voluntad de cada uno.

Capitulo 2º
LA SUERTE ES FICTICIA

... Por lo tanto, según John Rewerth, la suerte es completamente ficticia. Él, asegura que, actualmente, ya es perfectamente viable predecir, con un mínimo margen de error posible, la totalidad de los hechos, por muy nimios o decisivos que pudieran llegar a ser, y que afectarán a cualquier individuo o a su comunidad, a corto o largo plazo, en un tiempo venidero. Éste excéntrico matemático estadounidense, cree tan firmemente en sus teorías que, sin dilación alguna, me retó a que intentara ponerle en entredicho, realizando alguna acción simbólica, por supuesto no arquetípica, que supuestamente él averiguaría mucho antes incluso de que yo me decantara por ella.
... Realmente no sé como lo logró; pero, a pesar de lo embriagado que estaba, tras resolver algunas ecuaciones con una pequeña calculadora que sacó de su bolsillo, entre otras muchas cosas sorprendentes, vaticinó que yo escribiría sobre él; cuando yo, hasta ese momento, ni tan siquiera, le había comentado nada en absoluto sobre mi afición por la escritura; aunque, debo reconocer que, sinceramente, fue en lo primero que pensé, casi instantáneamente, en el preciso momento en que aceptaba su tentador reto.
... Poco antes de despedirnos, John Rewerth me confesó que él ya sabía con total seguridad, desde una semana antes de aterrizar en la isla de Tenerife para comenzar sus vacaciones, que nos conoceríamos causalmente y que mantendríamos una supuestamente improvisada pero previsible conversación, que yo acabaría plasmando luego en alguno de mis relatos; por ello, decidió inventarse una buena historia insólita, con la que sorprenderme y desconcertarme. Aunque, finalmente, acabó por reconocer que todo lo que me había contado a lo largo de aquella noche eran tan sólo mentiras. Pero... y entonces, ¿cómo pudo prever también que tú me leerías precisamente hoy?


Fin

SOLDADO

SOLDADO


Foly Galán

... A la memoria de mi tía-abuela Sara Aparicia Compañ Marrero...
... Y para "Sor Carmen" por seguir fielmente mis relatos con tanto interés...

Capítulo 1º
DE JOSÉ A JOSÉ

... Una modesta lápida de piedra y mármol, inmortaliza el fallecimiento, en el año 1992, de un anciano madrileño sin familia ni descendencia alguna, al que el azar, la casualidad, o la inevitable causalidad de la vida, le marcaría su destino en el trágico mes de julio de 1936, cuando ingenua e inocentemente, siendo tan sólo un joven adolescente, ayudó a un soldado prófugo que supuestamente era perseguido por ser el testigo involuntario del asesinato de un teniente de la guardia de asalto, perteneciente al cuartel de Pontejos, en la capital de España.
... Ricardo tenía catorce años de edad y, aquel día, regresaba andando a su casa después de haber realizado el encargo de su madre de llevar un pedido de comestibles, al domicilio próximo de una clienta, asidua del negocio de ultramarinos que la familia del joven poseía desde hacía varias generaciones. Eran las diez y media de la noche aproximadamente, cuando el muchacho escuchó un repentino y gran alboroto en la calle adyacente y, a continuación, pudo ver a un hombre uniformado, que corría como si huyera de alguien, para acabar refugiándose en el estrecho callejón contiguo al zaguán de la vivienda del chico.
... Cuando Ricardo fue a entrar en su domicilio, aquel hombre se apresuró a colarse con él en el interior del zaguán, pidiéndole que por favor le dejara ocultarse allí. Confesó que le perseguían para matarlo, porque acababa de ser testigo de un asesinato en plena calle; luego, aseguró que tan pronto como pasara el peligro se marcharía, pero necesitaba vendarse una herida de bala, que le había atravesado su brazo izquierdo, y cambiarse de ropa: su uniforme militar le delataba demasiado. Al parecer, era un soldado de infantería que pasaba unos días de permiso en Madrid.
... El muchacho le permitió al desconocido ocultarse en la trastienda del comercio de su madre y, tras esperar a que ella se durmiera, le llevó a su eventual protegido vendas para su herida y algunas prendas de ropa que habían pertenecido a su difunto padre; las cuales permanecían guardadas en un viejo baúl en el trastero de la vivienda, a la espera de que el joven creciera algunas tallas más y pudiera usarlas. Tan sólo unas horas más tarde, después de que Ricardo despidiera a su refugiado, varios guardias de asalto secuestraban de su domicilio a un tocayo del teniente fallecido y le disparaban dos veces en la nuca dentro del mismo vehículo en el que le transportaban; era la presunta venganza tramada por los camaradas del teniente asesinado: un José por otro José.

Capítulo 2º
TIRO PORQUE ME TOCA

... El joven madrileño jamás le llegó a contar a nadie lo sucedido y tampoco volvió a tener nunca noticia alguna sobre aquel hombre al que había ayudado. Los años siguientes pasarían dolorosamente para él, marcados por la absurda guerra civil que asolaría a su país, y que precipitaría la repentina muerte de su madre, dándole vida a la posterior soledad que le acompañaría durante el resto de su existencia; hasta que en el verano de 1986, las vueltas del destino o de la vida, le recordaron que por aquella acción que realizó en el pasado, su futuro estaba soldado al de una familia que no habría podido disfrutarlo si no hubiera sido por él.
... Aquel soldado al que Ricardo ocultó en la trastienda del negocio de ultramarinos de su madre, en aquella determinante noche del día 12 de julio de 1936; que desencadenaría uno de los acontecimientos más dramáticos de la historia de España y que, muy posiblemente, serviría como detonante para la segunda guerra mundial; milagrosamente, había logrado salir del país y sobrevivir en el exilio hasta el año 1982, en que regresaría a su país natal, acompañado por su esposa francesa y por los tres hijos fruto del matrimonio nacidos en Francia. Le habían diagnosticado cáncer y no quería morirse sin satisfacer su deseo de buscar a aquel muchacho al que pensaba sinceramente que le debía la vida. Quería encontrarlo para agradecerle en persona lo que en el pasado había hecho por él; pero, lamentablemente, un año y medio después fallecería víctima del cáncer en Madrid, sin haber alcanzado aún su noble meta.
... Pero el deseo del soldado fue respetado por sus familiares, que no abandonaron la búsqueda de Ricardo, e irónicamente el día 12 del mes de julio del año 1986, exactamente cincuenta años después, los tres hijos del soldado, pudieron encontrarse al fin con el hombre al cual su padre y ellos también, indirectamente, le debían la vida. Emotivamente, los tres jóvenes le agradecieron a Ricardo que en el pasado ocultara y ayudara a aquel desconocido, haciendo posible que pudiera huir y salvar su vida; y gracias a eso darla a sus tres hijos posteriormente unos años después, los cuales acogerían a Ricardo como a uno más de la familia, evitándole que pasara los últimos días de su vida completamente sólo como estaba hasta entonces.
... Ahora, bajo la regia y tambaleante sombra que proyectan los cipreses del cementerio madrileño al atardecer, alguien ha hecho grabar un escueto epitafio en la modesta loza de mármol que recuerda la memoria de uno de esos incontables pequeños héroes anónimos de la guerra civil española, de los que nadie ha escuchado hablar jamás hasta el momento; y gracias a los cuales existen muchísimas menos muertes que lamentar. Dicho epitafio está escrito en idioma francés, pero traducido al castellano, textualmente, dice así: "te debemos la vida, Ricardo".

Fin

EL HIJO DESEADO

EL HIJO DESEADO

Foly Galán

... Para mi peón favorito... ¡eres un máquina, Alberto!
... Y por supuesto para "Cococó"...

Capitulo 1º
DESOLACIÓN

... La potente y cegadora iluminación del quirófano le impedía a Lucía mantener sus ojos abiertos mientras le practicaban su tercer aborto consecutivo. Los tratamientos de fertilidad, a los que llevaba sometiéndose desde hacía ya cinco años, no habían logrado ayudarla a materializar su anhelado sueño de convertirse en madre. Estaba a punto de cumplir los cuarenta años y sus esperanzas al respecto menguaban paulatinamente, como consecuencia de todos y cada uno de los traumáticos y desalentadores fracasos que había sufrido hasta el momento. En ésta ocasión, muy a su pesar, tendría que darse definitivamente por vencida: durante la intervención hubo complicaciones inesperadas que causaron graves lesiones en su matriz, la cual sufrió daños irreversibles: ya no podría dar a luz jamás.
... La desolación de Lucía desencadenó un catártico estado de desinterés y desanimo global, que inevitablemente la alejaría progresivamente también de su marido, el cual aceptó resignadamente la triste realidad de no poder llegar a ser padre nunca; pero lo que no asumiría de ninguna manera era vivir con una mujer amargada y ausente, que permanecía todo el día tumbada en la cama o en el sofá, llorando compulsivamente y lamentándose constantemente; reconociendo no tener ganas ni de vivir, ni de hacer nada en absoluto. Algunos meses antes de abandonarla definitivamente, su esposo le sugirió la idea de la adopción, pero ella la rechazó tajantemente argumentando toda una serie de pretextos absurdos e improvisados.
... Tras su posterior y previsible divorcio, Lucía volvió a instalarse en su antigua casa con sus progenitores. Tanto sus familiares como sus amistades más allegadas, intentaron por todos los medios rescatarla de la arraigada depresión que la invadía inexorablemente, pero sin éxito alguno. Su prestigioso psicoterapeuta, gran amigo de la familia, finalmente sólo se limitó a recetarle antidepresivos uno tras otro, que en lugar de ayudarla simplemente la adormilaban o le distorsionaban la realidad más aún si cabe; poco tiempo después ella deambulaba torpemente por el domicilio de sus padres, babeando y tambaleándose: tenía la apariencia de un auténtico zombi.
... Ajena al constante desinterés de su hija por vivir, la anciana madre de Lucía intentaba animarla y distraerla como podía, sacándola de paseo cada vez que le era posible y llevándola con ella a las esporádicas excursiones que realizaba con sus amigas de la tercera edad; algo que efectuaba principalmente por la intranquilidad que sentía cuando debía dejarla sola en casa; esto se convertiría en necesaria obligación después de su frustrado intento de suicidio con narcóticos, que afortunadamente fue truncado por el oportuno regreso de sus padres al domicilio, donde la encontraron tendida en el suelo e inconsciente. En una de esas impuestas excursiones de la tercera edad acompañando a su madre, fue cuando Lucía conoció al simpático "Cococó".

Capitulo 2º
COCOCÓ

... Un día antes del anecdótico encuentro entre Lucía y Cococó, un campesino encontró en su finca a un cuervo común con una herida en una de sus alas que le impedía volar. Tras algunos intentos fallidos, el hombre consiguió capturar al ave y la llevó rápidamente a un refugio estatal para animales protegidos, en el que generalmente tras curarlos los devolvían a su medio natural. Dicho lugar sería casualmente elegido por los organizadores de las excursiones a las que obligatoriamente debía asistir Lucía, que lógicamente al día siguiente, a pesar de sus reiteradas quejas, no se libraría de ir.
... Tan sólo unos minutos antes de que los ancianos que integraban el grupo en el que iba Lucía entraran en el recinto, el animal recién llegado, desde su jaula, escuchó a una niña pequeña, que era transportada por su padre, llorar histéricamente llamando a su madre.
- ¡Mamá, mamá, mamáaaaaa!- Gritaba la pequeña, al ver como su padre avanzaba dejando detrás a su esposa, que se había quedado rezagada observando a los animales que ocupaban las jaulas anteriores. El ocurrente cuervo, instantáneamente, comenzó a imitar aquel estridente sonido que producía la niña, que en esos momentos se encontraba justamente frente a él.
- ¡Mamá, mamá, mamáaaaaa!- Repitió el ave, desencadenando una espontánea carcajada en el padre de la pequeña, que llena de asombro dejó repentinamente de llorar. Poco después aparecería el grupo de ancianos acompañando a Lucía. Y en el instante exacto en que ella pasaba indiferente por delante de la jaula del cuervo, éste se precipitó contra el enrejado de su eventual hogar transitorio, mirando fijamente a Lucía y reproduciendo nuevamente el desgarrador chillido de la niña.
- ¡Mamá, mamá, mamáaaaaa!- Fue lo que escuchó la desconcertada Lucía. En ese momento exacto, inauditamente, el cuervo le devolvió las ganas de vivir a la desconsolada mujer, que a partir de entonces comenzaría a visitar asiduamente al animal, llevándole regularmente fruta, frutos secos y dulces o migas de pan. Lucía lo bautizaría: "Cococó"; ya que cuando el ave se enojaba emitía un sonido muy similar a: "coc-coc-coc".
... En una de sus diarias visitas a Cococó, Lucía llevó y le enseñó a su amigo el cuervo varias fotos de satélite que había descargado previamente de Internet; por supuesto lo hizo bromeando, diciéndole al ave que ella vivía allí y que no olvidara visitarla cuando él obtuviera la libertad. En las fotos se podía observar claramente la zona en la que la mujer habitaba con sus padres: su casa, su barrio, su pueblo, hasta incluso la provincia entera. Unos días más tarde, un empleado del recinto la informaría de que el cuervo ya estaba totalmente reestablecido y por ese motivo le habían liberado en un bosque próximo. A la mujer le entristeció terriblemente la idea de no poder volver a ver a su querido Cococó, pero tan sólo una hora más tarde, al regresar a su vivienda, alguien le gritó desde el tejado: ¡Mamá, mamá, mamáaaaaa!

Fin

NO TE ENAMORES DE PERSONAJES DE NOVELA

NO TE ENAMORES DE PERSONAJES DE NOVELA


Foly Galán

... Para Mª Cristina Magee y toda mi familia de Argentina, con muchísimo afecto...

Por un lado:
RIESGOS PARA EL LECTOR

... Sofía siente una gran adicción por la lectura. Apenas lleva vida social, de modo que vuelca todo su tiempo libre en dicho pasatiempo. Trabaja desde hace ya veinte años como única encargada de los inmensos archivos de un ministerio provincial. Es soltera y está dispuesta a permanecer así indefinidamente, ya que ella cree ser inmensamente feliz en ese estado. Desde el reciente fallecimiento de sus padres por fin ya no hay nadie que la aliente a contraer matrimonio; algo que en el pasado la agobiaba bastante. A su difunta madre la torturaba la idea de morirse dejando a su única hija completamente sola. Pero a ella la soledad realmente es lo menos que le preocupa. Es feliz así: sin nadie que la controle o condicione su vida.
... Pero, recientemente, Sofía es presa del amor obsesivo que siente por uno de los personajes que ha descubierto en la última novela que casualmente ha caído en sus manos. No logra apartar a Pedro de su mente ni por un segundo. Él podría ser perfectamente el hombre de sus sueños, con el que no dudaría en contraer matrimonio, si por supuesto él existiera y se lo propusiera cortésmente. Es un hombre sencillo, pero romántico, detallista, educado, encantador... es adorable. Mientras Sofía relee por tercera vez dicha novela, su corazón se sobresalta y el sudor humedece los pliegues de su piel, produciéndole inquietantes cosquilleos.
... Unos meses más tarde, Sofía recibirá llena de alegría la noticia de la inminente edición de la segunda entrega de las aventuras de Pedro: su personaje literario favorito, del que está profundamente enamorada. Ella piensa que alguien así sólo puede existir en las novelas; por el momento, desconoce por completo que Pedro no es precisamente un personaje ficticio: es relativamente real y casualmente vive en la misma localidad que ella, donde asistirá a varios establecimientos o centros comerciales para promocionar su nuevo trabajo y firmar o dedicar ejemplares al público.
... Las piernas de Sofía le temblaban por causa de los nervios, mientras esperaba impaciente a que llegara su turno en la cola del centro comercial, en el que Pedro firmaba ejemplares de su nueva novela. A Sofía le había costado un gran esfuerzo decidirse finalmente a superar su timidez e ir allí, con el objetivo de que, el autor en persona, le firmara el ejemplar que ella había devorado de un tirón a lo largo del día y la noche anterior. Estaba ansiosa por confesarle la adoración que sentía por uno de sus personajes; pero, en el momento exacto en que estuvo frente al escritor, Sofía sufrió una repentina lipotimia, perdiendo la conciencia y desplomándose sobre el impasible suelo de mármol.
... Cuando al fin se recuperó, estaba completamente rodeada por un corro de auténticos desconocidos que mostraban interesarse por su estado. Ella se incorporó e intentó encontrar a Pedro, buscándole insistentemente con la mirada; pero, aparentemente, él ya se había marchado y, lamentablemente, ella no se aseguró debidamente, o no esperó lo suficiente antes de precipitarse en abandonar el recinto.

Por otro lado:
RIESGOS PARA EL ESCRITOR

... Pedro es un escritor de mediana edad, cuyo reciente divorcio le ha desencadenado una repentina tendencia al aislamiento. Ahora apenas sale de su casa, permaneciendo días enteros encerrado en su despacho; supuestamente, escribiendo sin parar. Su empleada del hogar y eventual cocinera está considerablemente preocupada por él; en los siete años que lleva trabajando para el domicilio jamás había visto a su propietario tan descuidado: ya no se alimenta correctamente, ni se acicala diariamente como antes. Su aspecto actual deja mucho que desear.
... Pedro está trabajando en la improvisada segunda parte de su última novela, en la que, al igual que en la anterior entrega, uno de los personajes protagonistas está inspirado en él mismo. Está viviendo últimamente a través de su homónimo novelístico, del cual no puede dejar de escribir. Vive prácticamente a través de su propio personaje, para el cual ha creado a esa compañera ideal con la que él desearía compartir su vida. Los editores de Pedro parecen satisfactoriamente complacidos con el volumen de las ventas de su última novela romántica, por lo que les ha parecido perfectamente viable continuar con la secuela de la misma; algo que el autor se ha comprometido a culminar en un periodo de tiempo muy breve.
... Tan sólo unos dos meses más tarde, el segundo tomo de las aventuras de Pedro estaría ya en manos de la imprenta de la editorial; y unas tres semanas después, ocuparía los escaparates y las estanterías de todas las librerías de la provincia. Una de las cláusulas de su contrato con la editorial, obligaba a Pedro a asistir a la firma de su nuevo libro en algunas destacadas librerías y centros comerciales de la región; algo que, inevitablemente, le forzó a abandonar su despacho algunas horas al día durante varias semanas; por supuesto lo haría a regañadientes, debido a que ya había comenzado a trabajar apasionadamente en una posible tercera entrega de sus propias aventuras y desventuras amorosas; en las que lógicamente aparecería acompañado también por su inseparable e idílica pareja ficticia, a la que azarosamente bautizó como: Sofía.
... Pedro se encontraba firmando ejemplares de su nueva novela en un popular centro comercial, cuando una de las personas que esperaban su turno para que él les dedicara un ejemplar, sufrió un súbito mareo, cayendo al suelo justo frente a él. Era una mujer que, sorprendentemente, le recordaba increíblemente a la utópica protagonista femenina de sus dos últimas novelas. Solidaria y educadamente, Pedro se apresuró a ir a buscar un vaso de agua al bar-cafetería más próximo, para ofrecérselo a la mujer desfallecida en cuanto ésta recobrara la conciencia. Pero para cuando él regresó con un vaso de agua, un sobrito de azúcar y una cucharilla, ella ya no estaba allí.
... Al parecer, según le informaron algunos de los presentes: aquella enigmática mujer, tras reponerse, se marchó avergonzada y apresuradamente, dejando olvidado en el suelo el ejemplar que pocos segundos antes esperaba que el escritor le dedicara; y que ahora le era entregado a su autor, el cual lo conservó con la sincera esperanza de que su propietaria se decidiera finalmente a reclamarlo. Pero eso posiblemente jamás ocurrirá... ¿o tal vez sí?...

Fin