domingo, 27 de mayo de 2007

Fragmentos de raíz

FRAGMENTOS DE RAÍZ


Foly Galán

... A la memoria de "Raquel"...
... Y para mis ex-compañeros del colegio "La Salle-San Ildefonso"; para "Yoti" y los fantásticos músicos de mi grupo "El Último Grito del Perenquén": Gali, Suso y Santi; y por supuesto, para mi amorcito...

Capitulo 1º
ABONANDO EL TERRENO

... Una espontánea y descoordinada obertura de grillos y ranas, anunció la llegada de aquella oscura e inolvidable trágica noche, en la que una suave brisa jugueteaba con la frondosa vegetación, entremezclando los aromas, para crear un agradable perfume a tierra húmeda, pinocha y eucalipto. En el cielo, lejanos resplandores intermitentes, eran precedidos por el sonido de las explosiones pirotécnicas que les daban vida en algún pueblo cercano, en el que cronológicamente celebraban la festividad de un resignado mártir, al que religiosamente veneran como a su patrón.
... La voluptuosidad subyacente de Raquel, conceptualmente disidente y tácita, replanteaba sórdidos y abyectos conflictos morales a sus conocidos, que paradójicamente subyugaban tangiblemente ante ella, como en un paradigma onírico y anacrónico, exaltándoles periplos de reacciones inconsecuentes de ostracismo pragmático y tendencias iconoclastas. Coloquialmente... ¡era sensualmente conflictiva!
... Al acontecer la madrugada, el cuerpo semidesnudo de Raquel, yacía tendido e inerte sobre la tierra húmeda cubierta de tréboles, sutilmente aromatizada de anís por el hinojo que florecía junto a las retamas y las zarzamoras, que alfombraban asimétricamente, azarosamente desordenadas, aquel natural y fortuito lecho, en el que al día siguiente despertaría el rígido cadáver de la controvertida muchacha, dando vida a un enardecido jubileo de insectos y progresivos desagradables olores, amenizados por el canto sospechosamente burlón de los mirlos.
... La heterodoxa insensatez fluyó súbita e imprevisiblemente, mostrando la faceta más perversa y desconocida de un rostro hasta entonces públicamente amistoso y familiar: así fue como el destino se desquitó y la erigió a Raquel en víctima inocente, al cruzarse sumisamente con la empírica inconciencia adolescente, heterogéneamente apasionada e impasible, de su ingenuamente inesperado depredador sanguinario.
... Inexorablemente, la descomposición prosigue impasible con su biológica labor, ajena a las dificultades que acarrean la búsqueda y localización de la joven desaparecida. Hasta el momento, exclusivamente, solo el cazador conoce exactamente el estado y la ubicación precisa de la presa: sus semejantes, familiares y amigos, por el momento, ignoran aún por completo que Raquel ha perdido violentamente la vida.

Capitulo 2º
MALAS YERBAS

... Mientras otros relojes dejan constancia inapelable del paso de las horas y los días, el que aún adorna con una pulsera la muñeca izquierda de Raquel, acaba de pararse enfermado por la insipiente humedad del ambiente, teniendo como testigo activo al gélido viento invernal, que cubre paulatinamente de pinocha y hojas secas de eucalipto, los restos de una considerablemente deteriorada anatomía, ahora entrelazada con malas yerbas y zarzamoras, olvidando con desprecio que, hasta hace tan solo un pasado muy resiente, fue un icono popular de fresca hermosura femenina, arrolladoramente atractiva y sobrehumanamente seductora.
... Después de más de un año, Raquel permanece aún en el lugar en donde fue sacrificada, en honor a un celoso, posesivo, e hipócritamente mal llamado amor: el de su impulsivo y despiadado novio homicida; el cual permanecerá indefinidamente a salvo de cualquier posible sospecha, oculto tras una falsa cuartada avalada por media docena de sus más acérrimos amigos, todos ellos también cómplices e indirectos coautores consecuentes del terrible crimen.
... Probablemente trascurrirán décadas, antes de que alguien descubra inoportunamente los restos de Raquel, fundidos en amago con algunas de las más retorcidas raíces de los árboles colindantes, con sus órganos internos diluidos en la tierra húmeda a la cual alimentó involuntariamente con su estoica descomposición; formando fragmentos del precioso entorno natural que la rodea, sumamente fértil y floreciente con cada contractual regreso de la primavera, que generosamente le ofrenda policromías de florecillas silvestres.
... Lejanas lágrimas secas, viejas fotos familiares y escuetos comentarios fugases, es todo cuanto quedará finalmente como recuerdo de la preciosa Raquel. Como ilógica muestra de una absurda pero clásica realidad, jamás será vengada su precipitada y salvaje muerte: principalmente, por obvias trivialidades y burocráticas limitaciones, ó por la escasez de pruebas policiales refutadas, unidas a la demostrada y esporádica ineptitud de la jurisprudencia.
... La preocupante realidad, es que hay un necio verdugo asesino paseando ostensiblemente libre, que sigue recordando e idealizando compulsivamente aquella excitante vivencia de su pasado, y probablemente tarde ó temprano, si no lo ha hecho ya, se preguntará si sería viable repetir impunemente dicha experiencia de nuevo... ¡tal vez, ahora mismo, lo tengas frente a ti!


Fin

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